GFI, desarrollador internacional de software de seguridad de red, seguridad de contenido y mensajería, revela los principales errores de seguridad que cometen los departamentos informáticos de las PYMEs. Si bien en el 99% de los casos, las brechas de seguridad y otros problemas informáticos en las empresas son causados por los usuarios finales, muchas veces, y en contra de lo esperado, el último culpable resulta ser el propio departamento o responsable informático de la compañía.

Demasiada carga de trabajo, poco tiempo para acometerla y la presión para ajustarse a estrictos plazos de entrega, así como de mantener contentos a los superiores, lleva a los administradores informáticos a cometer errores de diagnóstico que en algunas ocasiones pueden resultar fatales. Para evitarlos, GFI detalla los diez principales errores o descuidos que cometen los administradores de red:

  • Conectar sistemas TI a Internet antes de protegerlos. Este es un error clásico. Las PC's no están diseñadas para conectarse a Internet así como así. Antes de adquirir un enlace, es recomendable instalar al menos una solución de protección contra virus y detección de spyware.
  • Conectar a Internet sistemas de prueba con cuentas y contraseñas por default. Es el sueño de un hacker, ya que dejar las claves y cuentas por defecto facilita enormemente su acceso a la red de la empresa. La solución a este error, ciertamente habitual, es cambiar las contraseñas y borrar o renombrar las cuentas por default inmediatamente.
  • No actualizar los sistemas operativos. Existen múltiples agujeros de seguridad en los sistemas operativos. Ningún software es perfecto y, una vez que se encuentra una vulnerabilidad, ésta se explota en muy poco tiempo, por lo que es conveniente instalar los parches de seguridad disponibles lo antes posible.
  • Falta de una adecuada autenticación de los usuarios que solicitan servicios técnicos por teléfono. Facilitar a los usuarios contraseñas por teléfono o cambiárselas en respuesta a una solicitud telefónica o personal cuando el usuario no se ha identificado debidamente puede ser la mejor manera de reducir las solicitudes de soporte al área TI, pero facilita enormemente la labor de los hackers involucrados en tareas de ingeniería social. Lo mejor es aplicar las normas de autenticación adecuadas, incluso cuando la voz del interlocutor resulta familiar.
  • No mantener ni probar las copias de seguridad. La pereza es una de las mayores amenazas de seguridad; sin embargo, la creación de copias de seguridad adecuadas es mucho más fácil que recopilar los datos desde cero. Por ello, es conveniente realizar regularmente copias de seguridad y mantenerlas incluso fuera de las instalaciones de la compañía.
  • No confirmar que el plan de recuperación ante desastres realmente funciona. Una vez que se tienen las copias de seguridad, hay que verificar si funcionan, si son buenas y si se tiene un plan de recuperación ante desastres. Si las tres respuestas son negativas, nos encontramos ante un problema.
  • No implantar o actualizar programas de detección de virus. ¿Qué sentido tiene tener soluciones anti-virus y anti-spyware si no se actualizan? Las soluciones actualizadas aseguran que las últimas modalidades de software malicioso serán detectadas inmediatamente.
  • No formar a los usuarios en materia de seguridad. Los usuarios necesitan conocer las amenazas a las que deben enfrentarse. Los empleados no formados en temas de seguridad, son aquellos que suelen ser víctimas de virus, spyware y ataques de phising, diseñados para corromper sistemas o filtrar información personal a terceros sin el consentimiento del usuario. No hay que dar por sentados los conocimientos de los usuarios, ni confiar demasiado en ellos.
  • Hacerlo todo uno mismo. Las grandes compañías cuentan con departamentos informáticos específicos, pero los administradores TI de las PYMEs muchas veces se encuentran solos ante el peligro. Estos últimos deben pedir consejo y ayuda en caso de necesidad y si se topan con cualquier problema, ya que la ayuda externa, aunque a veces costosa, asegura un trabajo bien hecho a la primera.
  • Fallos a la hora de reconocer las amenazas internas. Demasiada confianza puede aniquilar la seguridad informática de la empresa. Los empleados descontentos pueden causar grandes problemas si no se les monitoriza adecuadamente. Los responsables TI deberían monitorizar la actividad de la red, especialmente el uso de dispositivos portátiles como iPods, memorias USB, etc. Seguramente ninguna empresa querrá que sus datos se vendan a la competencia por un empleado descontento.
Fuente: LaFlecha.Net